Entrevistas
Mercedes Rivera ‘Desaprender y co-operar’
Mercedes Rivera Cuello es doctora en Medicina y Pediatra. Trabaja en el HRU de Málaga; profesora en la facultad de Medicina de la UMA.
Cuenta con una lista extensísima de publicaciones en revistas y ponencias en congresos nacionales e internacionales. Organizadora y ponente habitual de cursos y conferencias en el ámbito tanto de la Pediatría como del Voluntariado y Cooperación.
Es Voluntaria en Médicos del Mundo desde 2008; ha participado en múltiples proyectos de Cooperación Internacional Marruecos, Perú y Honduras y es co-fundadora de la ONG BECADES. Además, es madre de tres hijos.



Dra. Lola Luque*
Has sido cooperante en varios países, ¿cómo ha influido esa experiencia en tu forma de entender la medicina?
Ha influido en todo. Es muy interesante y llamativo como el entorno en que te has desarrollado influye en tu forma de expresar, vivir, tratar la enfermedad o adaptarte a una enfermedad crónica. Mi primera experiencia en cooperación fue muy temprana, en el verano de primero de carrera, tres meses en un hospital de tuberculosos en el entorno rural de Marruecos, y ya entonces aprendí a enfocar la medicina desde una perspectiva más holística: ver al paciente en su conjunto, las razones y no razones del éxito o no de un tratamiento; sacar la medicina del entorno hospitalario aunque trabajo en un hospital de tercer nivel, y gastar menos recursos siempre que se obtengan los mismos resultados
No hay que irse muy lejos para encontrar grandes desigualdades sociales. Colaboraste con un centro de menores en Granada, ¿qué otras realidades viste allí?
Fue en un centro residencial básico durante la carrera y la residencia. Entonces, antes de la ley del 2016, había menores de 6 años, los centros eran diferentes. La palabra correcta no es desigualdades, son inequidades. Estos menores tenían, igual que todo el mundo, cubierto el derecho a la salud, la educación, tenían comida, ropa, cama y techo. Pero tenían otras necesidades que no se cubrían, sobre todo carencias psicoafectivas, y no crecían ni se desarrollaban igual. Estos niños migran buscando esta igualdad colectiva, pero necesitan equidad para alcanzarla
Estas experiencias de voluntariado y cooperación llevan un aprendizaje de vida. ¿Cuál ha sido el que más destacarías en tu caso?
Me ha cambiado toda la vida: como emplear mi tiempo, la economía, y hasta que hay otra manera de formar una familia; elegí adoptar mis 3 hijos frente a otras opciones. Otra lección que me dejó mucho tiempo noqueada es ver como el lugar donde naces condiciona tu forma de verlo todo: tu idea de salud, de familia, de entender la vida y la muerte, la medicina. Por ejemplo, hay contextos donde a los niños con labio leporino no se los puede operar y se los deja morir; tu piensas, ¿pero como es posible, como pueden hacerlo? Luego te dicen, ¿pero vas a venir tu todos los días a darle de comer? Aprendes que las luchas de otros son sus luchas y son tan válidas como las tuyas; que todos somos países en desarrollo cada uno en su momento. Aprendes a desaprender y a empatizar.
Otra faceta tuya muy activa es la prevención de la mutilación genital femenina (MGF)
Conocimos, durante nuestra labor como voluntarias en el programa de personas en situación de prostitución de Médicos del Mundo, varios casos de mutilación genital femenina. Ante la urgencia de prevenir esta forma terrible de violencia y maltrato, nos pusimos en contacto con todos los agentes: fiscalía, educación, atención primaria, ginecología… y logramos incluir la prevención de la MGF en la guía de Atención a Menores No Acompañados. Desde 2019 han sido años de trabajo constante y estamos en otro momento, con las mujeres inmigrantes mucho más implicadas
Me consta que siempre estás planificando nuevos proyectos. Tienes una idea interesante para ayudar a los niños diabéticos y sus familias. ¿Quieres compartirla? Quizás alguno de nuestros lectores quiera participar
En mí inventar es imposible que no pase. Me preocupan ahora dos enfermedades: la obesidad y la diabetes. El pasado 4 de marzo tuvimos unas jornadas en el materno-infantil sobre obesidad bajo el título Queremos hablar de obesidad infantil ¡No podemos callarnos más! El control de la diabetes que he visto que depende mucho del nivel socioeconómico. Hay que tomar muchas decisiones cada día para su control. Intento dar forma a un programa de voluntarios profesionalizados para ayudar a estas familias
El año pasado el Colegio de Médicos de Málaga te otorgó el premio Fanny Medina el día de la mujer. ¿Qué supuso para ti?
Supuso una gran sorpresa, no me lo esperaba. La oportunidad de conocer a la Dra. Fanny Medina; no la conocía, y esto es un reflejo de lo que suele ocurrir con tantas mujeres que nos han abierto un camino que las demás hemos podido aprovechar. Disfruté mucho ver a mis padres tan felices; pero sobre todo el poner en valor no sólo el currículo académico, científico, etc., sino una forma diferente de ver la medicina, que nace de mi arrojo para irme desde tan temprano -en primero de Medicina- de cooperante. Tuve muy presente a mis compañeras, que en condiciones indescriptibles consiguen sacar adelante de forma heroica proyectos que aún aquí sería difícil.
Creo que además haces deporte (crossfit), ¿cómo lo haces, tu día tiene más horas que los demás?
Desde pequeñita mis padres vieron en mí esta hiperactividad no diagnosticada ni tratada, y supieron redirigirla a múltiples actividades extraescolares, así que estoy acostumbrada a organizar mí tiempo
Una pregunta muy comprometida. ¿Si te dieran poder y presupuesto, qué proyecto/ley cambiarías o implementarías?
Pondría el acento en la obesidad infantil, a todos los niveles: publicidad, industria alimentaria, educación, planes de deporte. Sacaría a los niños a la calle: primero para abrazarlos y luego para que hicieran más ejercicio. Estamos creando un futuro muy complicado, de adultos con muchas enfermedades crónicas. También financiaría algunos tratamientos no financiados.
Para acabar, una pregunta que repito mucho a los cooperantes: un consejo para los que empiezan o quieren empezar
Que si sienten el impulso no dejen de buscar el espacio donde se sientan a gusto para hacer cooperación; es una pena que algunas vocaciones no se desarrollen por no encontrar cómo. También que tengan disposición mental para desaprender; la mente y los ojos abiertos. Por supuesto, no juzgar, y no imponer sino trabajar juntos: cooperar es co-operar, operar-con.
¿Algún comentario para acabar?
Quería agradecer al Colegio este altavoz. Es importante que se mantengan estas iniciativas de la sección de cooperación que nos abren las puertas a los voluntarios y cooperantes.